En el corazón de la ciudad de Montreal, se encuentra la Casa Madre de las Religiosas Hospitalarias de San José. El recinto de la avenida des Pins contiene la cripta donde fueron inhumadas Juana Mance y más de 600 religiosas. Centenares de mujeres de acción y de visión que han consagrado su vida al bien estar de sus semejantes. Progresivamente, la congregación disminuye sus actividades. En 2017, la Ciudad de Montreal adquirió el conjunto de la propiedad así como todos los edificios patrimoniales. Para nosotros, la hora está al tiempo del reconocimiento y de memoria a estas mujeres fuera de lo común quienes siempre han velado sobre nosotros.
Desde 1642, Juana Mance y sus amigas las Religiosas Hospitalarias de San José forman parte integrante de nuestra historia. Varios libros sobre la Historia y muchas obras especializadas dan testimonio. Aquí, una serie «Historias extraordinarias de las Religiosas Hospitalarias de San José» les propone un punto de vista diferente, el de una perspectiva a escala humana de sus obras.
De hecho, desde su origen hasta nuestros días, la congregación fue testigo de millares de dramas humanos en el mundo de los menos favorecidos. Esas etapas de vida nos revelaban pruebas muy espantosas. Nos inspiramos de aquello para desarrollar unas doce historias representativas de la diversidad de sus misiones humanitarias. No se trataba de hacer periodismo, de realizar documentarios o reconstituciones históricas. Nuestros breves relatos dramáticos debían consagrarse al tipo de recorrido emocional que se encontraba en las misiones. Relatos que permitían ponernos en la piel del otro. Con el fin de asegurarnos de la universalidad de los temas y de respetar la naturaleza confidencial de ciertas informaciones, a veces tuvimos de callar la identidad de los individuos, modificar las circunstancias y utilizar otros procedimientos de escenarios.
Más allí de esta serie en homenaje a las Religiosas Hospitalarias de San José y a Juana Mance, estas cápsulas presentan desafíos que deben presentar niños, mujeres y hombres que el destino no favorece. En este sentido, nos sensibilizan al pensamiento del ciudadano. Subrayamos la generosidad y el talento de nuestras cuentistas quienes supieron revelar este estado de espíritu.
La producción